domingo, 27 de marzo de 2011

El manzano.

Me senté al cobijo del manzano que plantó mi padre hacía muchos años, y me quedé traspuesta. Soñé con 'noes' a unas guerras y con 'síes' a otras, con bombardeos a unos tiranos y parabienes a otros ... soñé con que un jinete fantasma llamado 'Injusticia' seguía cabalgando por todo el mundo diciendo quién sale adelante y quién se queda en la cuneta.
Desperté muy triste y vi, sobre mi cabeza, las manzanas del manzano que mi padre había plantado al pie del camino para que cualquiera las cogiera y mitigara su malestar. Y entonces pensé que tal vez no esté todo perdido ... pero qué difícil es, padre.
© Ana Roncero.

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